
Tabla de Contenidos
- ¿Qué significa la potencia en W/m y por qué importa?
- Cuándo elegir cables de 10 W/m: instalaciones interiores o zonas cálidas
- Cables de 20 W/m: el punto medio más común en Perú
- Potencias de 30 W/m o más: uso en exteriores, zonas muy frías o tuberías metálicas grandes
- ¿Qué pasa si eliges mal la potencia? Riesgos de fallas o sobrecostos
Introducción
Al momento de diseñar o instalar un sistema de trazado térmico, una de las decisiones más importantes es elegir la potencia adecuada del cable calefactor.
La potencia se mide en watts por metro lineal (W/m), y elegir entre 10, 20 o 30 W/m no es solo una cuestión técnica: es una decisión que afecta directamente la eficiencia del sistema, la seguridad de la instalación y el costo total del proyecto.
Muchos instaladores y responsables de mantenimiento en Perú se enfrentan a esta pregunta con frecuencia: ¿cuándo usar un cable de mayor potencia y cuándo es suficiente uno más bajo?
Escoger mal puede resultar en sistemas que no cumplen su función o, por el contrario, en gastos innecesarios por exceso de consumo.
Este artículo presenta cinco claves prácticas que te ayudarán a tomar la mejor decisión en función del tipo de instalación, el ambiente, los materiales y las condiciones reales en campo.
1. ¿Qué significa la potencia en W/m y por qué importa?

La potencia por metro lineal (W/m) indica cuántos watts de calor entrega el cable por cada metro de longitud. Cuanto mayor sea el número, mayor será el calor generado.
No se trata de “más es mejor”, sino de elegir el valor justo que compense las pérdidas térmicas sin excederse.
Por ejemplo, una tubería expuesta al exterior en zonas como Cusco o Puno puede perder mucho calor por efecto del viento, la temperatura y la humedad.
Allí, un cable de 30 W/m puede ser necesario. Pero en una línea de agua caliente que corre dentro de un edificio en Lima, bastará con 10 o 15 W/m.
La clave está en balancear potencia, temperatura deseada y aislamiento térmico. Un buen diseño considera estos tres factores.
2. Cuándo elegir cables de 10 W/m: instalaciones interiores o zonas cálidas

Los cables de 10 W/m están pensados para aplicaciones ligeras, como la protección contra congelamiento en líneas de agua dentro de edificios o el mantenimiento de temperatura en tramos cortos con poco intercambio térmico.
Son ideales para instalaciones en zonas costeras o de clima templado como Lima, Piura o Trujillo, donde las temperaturas rara vez caen por debajo de 10 °C.
También son útiles en procesos industriales donde el calor necesario es mínimo y donde el aislamiento térmico es muy eficiente.
Utilizar más potencia en estos casos solo aumentará el consumo eléctrico sin aportar ningún beneficio técnico.
3. Cables de 20 W/m: el punto medio más común en Perú

Los cables de 20 W/m son los más usados en instalaciones industriales, porque ofrecen un buen equilibrio entre capacidad de calentamiento y consumo energético.
Funcionan bien en ambientes semicerrados, tuberías metálicas medianas, líneas que transportan líquidos sensibles o instalaciones ubicadas en zonas como Arequipa, Cajamarca o Huancayo.
Este nivel de potencia también es apropiado para situaciones donde hay algo de exposición al ambiente, pero donde se cuenta con un aislamiento de buena calidad. Por eso se utiliza mucho en la industria minera y alimentaria.
Elegir 20 W/m también es una buena forma de dejar margen de seguridad sin irse al extremo de 30 W/m.
4. Potencias de 30 W/m o más: uso en exteriores, zonas muy frías o tuberías metálicas grandes

Los cables de 30 W/m están diseñados para entornos exigentes: tuberías al aire libre, zonas de montaña, instalaciones expuestas al viento, o líneas largas con gran masa térmica.
Se utilizan comúnmente en regiones con temperaturas muy bajas, como el Altiplano o la sierra sur, y en sectores como hidrocarburos, tratamiento de aguas o plantas de procesamiento con largas líneas de distribución.
También son necesarios cuando el aislamiento no es suficiente o está expuesto a la intemperie.
No se recomienda su uso en instalaciones internas o de bajo riesgo térmico, ya que podrían generar exceso de temperatura y desgaste prematuro del sistema.
5. ¿Qué pasa si eliges mal la potencia? Riesgos de fallas o sobrecostos

Un error común es pensar que un cable más potente es siempre mejor. Pero usar 30 W/m en una línea que requiere solo 10 W/m puede provocar sobrecalentamiento, dañar el aislamiento, afectar la eficiencia térmica y aumentar innecesariamente el consumo eléctrico.
Por el contrario, instalar un cable de 10 W/m en una línea expuesta al frío intenso puede resultar en congelamiento del contenido, riesgos operativos y costosas interrupciones.
Además del aspecto técnico, elegir bien la potencia también permite optimizar la inversión. Cuanto mayor es la potencia del cable, más robusto debe ser el sistema de control, más consumo genera y más exigencias tiene en cuanto a protecciones eléctricas.
Evaluar correctamente desde el principio evita retrabajos y problemas futuros.
Conclusión
Seleccionar correctamente la potencia de un cable calefactor no solo impacta en el rendimiento térmico del sistema, sino también en su vida útil, seguridad operativa y consumo energético.
La elección entre 10, 20 o 30 W/m no debe hacerse de forma generalizada, sino como resultado de un análisis técnico que considere temperatura ambiente, aislamiento, tipo de fluido, exposición y ubicación.
Un cable de baja potencia puede fallar ante temperaturas extremas, mientras que uno sobredimensionado puede provocar sobrecalentamiento, fallos eléctricos o costos innecesarios.
En climas como los que se presentan en las diferentes regiones del Perú, estas diferencias se hacen especialmente relevantes.
Entender los criterios técnicos detrás de cada nivel de potencia permite diseñar sistemas de trazado térmico más eficientes, confiables y adaptados a cada entorno.
Una decisión informada en esta etapa inicial puede prevenir fallos en operación y optimizar recursos a lo largo del ciclo de vida del sistema.